Neuropsicología de las adicciones
Hasta ahora podemos hacer referencia a variables que pueden estar influyendo en la mente de un comportamiento adicto, podemos hablar de antecedentes que predisponen y aspectos contextuales que refuerzan el comportamiento y la vulnerabilidad intrínseca de la persona, pero, ¿Qué hay más allá tanto a nivel químico como neuroanatómico que da lugar a un viaje quien sabe sin retorno a las profundidades más adversas que puede sufrir un ser humano?
La adicción se puede sufrir no solo orientada a sustancias tóxicas, en la sociedad del consumo dada la necesidad casi contagiosa que existe en poseer las cosas al momento vivimos condicionados en base a estímulos y el refuerzo inmediato, las costumbres en base a la vida acelerada que tenemos y la influencia de los medios de comunicación, nos hace ser menos conscientes de la importancia de entrenar la relajación y la paciencia. Más allá de las imperfecciones sociales en este caso, la adicción seria aquel estado en el una persona deja de lado o interfiriendo en su vida familiar, social, académica, laboral de lado dando mayor prioridad a la importancia conseguir la droga que alivia momentáneamente su malestar, de esta manera pierde el control de si mismo y de lo que le rodea.
La dependencia se define como la aparición de un síndrome de abstinencia en cuando deja de administrarse la sustancia, a nivel fisiológico y/o psicológico se experimentan una serie de síntomas adversos, esta manifestación de síntomas es consecuencia de la necesidad que tiene el propio organismo de volver al estado de homeostasis o equilibrio en el que se encontraba antes de ser administrada la droga.
Estas sustancias modifican las conexiones nerviosas del cerebro, aquí estamos hablando de la plasticidad cerebral en la que el cerebro se adapta a las demandas externas a las que nosotros le expongamos, es un proceso neuronal que se desarrolla siempre que aprendemos, por lo tanto un comportamiento adictivo afecta de lleno al sistema de recompensas del cerebro que es el encargado al mismo tiempo de consolidar los aprendizajes necesarios. En la antiguedad el ser primitivo hacia uso de ello para conseguir el alimento esencial para su supervivencia y en la actualidad en el caso de un comportamiento adicto, es la droga.
Los mecanismos moleculares de las neuronas se alteran experimentándose cambios en la liberación de neurotramisores, los receptores que conducen la información a las diferentes áreas cerebrales para integrar la información reaccionan con más sensibilidad, en consecuencia, la respuesta neuronal se potencia. La plasticidad originada por las drogas no se limita al área tegmental ventral, también se presenta en la corteza cerebral o en núcleo acumbens. El núcleo accumbens se caracteriza por el elevado número de conexiones con el sistema límbico y el hipocampo recibiendo glutamato, dopamina y serotonina el desequilibrio en la liberación de dichos neurotransmisores es lo que genera sensaciones de alivio, placer y excitación alterando a nivel emocional y la incapacidad de apreciar o sentirse estimulado por otros estímulos. Las modificaciones en el área tegmental ventral podrían con el tiempo alterar la toma de decisiones y se pasaría al modo automático que llevaría a una conducta compulsiva.
ES importante destacar el tipo de deterioro que se sufre como consecuencia crónica del consumo de distintas drogas.
- A nivel cognitivo en el caso de la adicción a la heroína y opiáceos, los efectos residuales de su consumo parecen afectar los procesos ejecutivos de flexibilidad, planificación e inhibición, impulsividad y toma de decisiones.
- Se observa con frecuencia alteraciones en velocidad de procesamiento, atención, procesos visoespaciales y memoria operativa. En función del tiempo de abstinencia, algunos de estos deterioros de la atención y flexibilidad parecen reversibles.
- Aislamiento social, pérdida de fondos o ruina económica, despido, fracaso académico, pérdida de amistades, problemas familiares.
De ahí que sea de vital importancia la labor preventiva a nivel informativo de las consecuencias y factores de riesgo que pueden desencadenar problemas de este tipo. Hay que destacar que esta labor preventiva a un público adolescente ya que en esa etapa de vida aún no han terminado de desarrollar por completo su identidad y/o no han terminado de adquirir las habilidades necesarias para enfrentarse a las exigencias cotidianas de la vida diaria.
