Teoría moral sobre la crisis
- Mj. Sánchez Mena
- 21 mar 2016
- 4 Min. de lectura
Se sabe que las geografías pertenecientes a países europeos y de los diferentes continentes no se desarrollan de la misma manera, el momento histórico, la política, la economía, las tendencias sociales, incluso el clima que tiene un país condiciona en gran medida las relaciones humanas. De ahí que una crisis económica sea más pronunciada en unos países que en otros, las condiciones históricas y la memoria que queda de generaciones pasadas deja huella en las generaciones presentes y puede seguir repitiéndose en generaciones futuras.
En relación a esto expondré una teoría que puede ayudar a entender el tipo de proceso que estamos atravesando en base a un teoría moral. Esta claro que existen evidencias que dan lugar una crisis, especulación del terreno, burbuja inmobiliaria, una gran multitud que defrauda hacienda , paraísos fiscales, desregularización económica, economía sumergida, falta de innovación y desarrollo para adaptarse a los cambios, etc.
La teoría que se va a exponer a continuación va a intentar llegar un poco más allá de los procesos económicos evidentes que dan lugar a los resultados actuales.
Todo comienza durante la época de prosperidad económica, se produce una sedimentación de aspectos producto de la desorganización de las instituciones jerarquizadas. No siempre se dan las instrucciones correctas, no siempre se conocen bien las necesidades, no siempre se sabe por donde empezar, no siempre se conoce porque NO SE PREGUNTA, NO SE COMUNICA Y NO SE DELEGAN RESPONSABILIDADES (no hemos recibido la correcta educación para saber comunicar). A raíz de la falta de comunicación, la carencia de una identidad profesional comunicativa y eficaz, el empeño y la motivación se orientan hacia otro tipo de objetivos que compensen esa falta satisfacción personal y profesional, esos objetivos son las motivaciones orientadas a los intereses económicos y personales. Por supuesto la responsabilidad que depende nosotros queda completamente ignorada, pero a la larga, los resultados de los actos que cometemos salen a la luz. Son ese tipo de asuntos pendientes no resueltos y que cargamos a nuestras espaldas porque no admitimos ni queremos ser conscientes.
Una mentalidad extendida de este tipo supone que la gran mayoría quede sometida a este tipo de moral precaria que acaba con el progreso y desarrollo de un país.
Después del abuso económico y la cantidad de asuntos pendientes sin resolver de una sociedad con una falta de comunicación y organización generalizada comienza la crisis económica, quedan expuestos todos esos factores que han quedado sedimentados, que ahora asoman y que antes solo eran punta del iceberg. En este momento nuestra capacidad de afrontar la crisis se ve aún más dificultada porque seguimos sin tener un modelo comunicativo que facilite nuestra labor profesional y que nos ayude a adaptarnos a la nueva situación con menos dificultades. Desde el directivo de más alta importancia en la jerarquía, hasta el trabajador más oprimido del sistema.
Por ello, por muchas medidas políticas que se implanten, adaptarnos y afrontar una crisis económica es una responsabilidad que implica a toda la sociedad. Actualmente la política funciona, pero no significa que progrese. Se darán ajustes entre la oferta y la demanda por si solos, pero no significa que hayamos aprendido la lección, volveremos a crear conflictos en cuanto la acumulación de sedimentos sea tan grande que nos vuelva a estallar en la cara.
Lo mismo sucede con la familia, con la pareja, incluso con uno mismo. Se cree que el equilibrio es tener trabajo, una casa, una pareja, hijos, poder viajar y tener un perro. Y parece funciona mientras se vayan consiguiendo esos objetivos, pero no significa que se progrese, quizá pasen desapercibidas muchas cosas y muchas personas que merezcan más atención. Se acumularan sedimentos por falta de comunicación hasta que el sentimiento de soledad sea tan grande que solo nos falte admitir nuestros fallos y asumir la responsabilidad de nuestros errores, los nuestros y los que hemos heredado. Por ello, cuando la situación nos desborda, la solución está en empezar desde más abajo, es decir, empezar con los que están más cerca de nosotros, nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo...
No siempre resulta sencillo comunicarse, sobre todo cuando hay tantas cuestiones que se han acumulado y que hay resolver. Por otro lado, nuestros hábitos de comunicación no siempre son los mejores , resulta complicado el hecho de comunicarse porque significaría dejar de utilizar mecanismos de defensa que pensamos que nos protegen de la hostilidad, pero lo único que generan es más hostilidad, por lo tanto más dificultades para comunicarnos, desarrollando más complejos y aislamiento. Ser conscientes de esos hábitos nos ayuda a admitir que estamos cometiendo errores, saber qué errores estamos cometiendo nos ayuda a tomar la iniciativa del cambio sobre todo cuando queremos que las expectativas de futuro sean diferentes. Es un circulo vicioso que se retroalimenta y se suma.
El motivo de porque utilizar las estrategias tipicamente aburridas que tienen que ver con la educación, y no es por el simple motivo de resultar el típico estirado inglés y diplomático al que todos pegan collejones. (Recordando los viejos roles de la infancia)
Es porque adoptar este tipo de estrategias inmunizan contra la hostilidad del entorno, dejas de proyectar errores o esa hostilidad contra otros, dejas de exponer el miedo de no sentirte aceptado, dejas de pensar inconscientemente en tus defectos, te ayuda a relajar el estado de alerta y facilita mucho más la posibilidad de comunicarse en cualquier entorno.
En época de crisis aumenta ese miedo de no sentirnos aceptados, por el hecho de vernos más incapaces de resolver o afrontar situaciones que se complican, ya sean cotidianas familiares, laborales o importantes decisiones que cambien nuestra vida . Ese miedo nos vuelve inseguros pero creamos máscaras hostiles, agresivas, simpáticas y mentirosas que nos hacen parecer lo contrario. Pero por dentro no deja de haber desgaste, desgaste mental y físico, ese desgaste nos deteriora más rápidamente de lo que nos imaginamos.
Lo peor de esta teoría es que según la física cuántica, realmente tenemos la capacidad de provocar que nuestros miedos expresados en forma de actos formen parte de la realidad. Sino los reconocemos o nos exponemos a ellos. Por eso es de vital importancia ser conscientes. Y si una gran parte de la sociedad esta afectada, provoca que el resto giremos en torno a ese agujero negro del que no es nada fácil salir, esconderse o huir.
Por mi parte, es una especie de egoísmo altruista lo que me lleva a escribir este artículo,
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