En busca del cambio
- M.j. Sánchez Mena
- 21 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Este es el inicio de una nueva era, la era del verdadero autoconocimiento, no somos pocos los que pensamos que la sociedad y su avance no va en sintonía con el equilibrio natural del universo. Por ello cualquier idea por muy absurda que sea puede ser interesante analizarla.
Tenemos fe en que algún día consigamos ver más allá de lo que nos limita para poder aportar nuestro granito de arena y que cada día por iniciativa de cada uno mejoremos un poco más. Esa fe, viene a raíz de la comprensión, de la comprensión de que tantísimas personas queden sometidas bajo el dominio de un sistema que nos mantiene oprimidos. Un sistema que promueve la desigualdad y el abuso descompensado de los recursos que disponemos.
Muchos lo sabemos, muchos lo entendemos y algunos ofrecen lo que pueden, pero los que ofrecen saben que no es suficiente. Por otro lado nuestro sistema promueve la hostilidad, cuanta más hostilidad existe, más presión se percibe y más dificultades para comunicarse abiertamente y al contrario, cuanto menos comunicación existe, más hostilidad, es la pescadilla que se muerde la cola. Busquemos una vía alternativa.
Es necesario crear medios a disposición de todo el mundo y que mejor manera de hacerlo que aprovechando la gran innovación, esta gran innovación conecta a gran parte de la humanidad que puede hacer que todos participemos en un gran cambio de mentalidad social.

Sin embargo no podemos ignorar que nuestra capacidad de trabajar y relacionarnos se desarrolla en pequeños grupos. El modelo empresarial lo ha adoptado para trabajar, pero aún sigue siendo insuficiente, ya que no lo hemos generalizado a todos los ámbitos. Se ha empobrecido nuestro sistema de relaciones humanas y nuestros vínculos más cercanos, cada vez nos sentimos más solos. Hemos estado demasiado ocupados cumpliendo objetivos propios que nos han obligado a procrastinar o aplazar asuntos pendientes a los que cada vez resulta más complicado prestar atención. Y con el tiempo, perdemos la habilidad de resolver las situaciones más sencillas. Los niños poseen mayores habilidades comunicativas que los adultos, que con el tiempo pierden, porque nuestro sistema impide expresarse abiertamente y con sinceridad.
Por ello y aprovechando los conocimientos que se tienen hasta el momento, podemos decir que existe bastante avance que solo unos pocos conocen. Es esencial y de vital importancia de que se conozca y que se difundan de forma generalizada, que se pongan a disposición de forma sencilla, gratuita y organizada. Si no lo hacemos es porque aún nos mueven más los intereses personales que los comunes. Gracias a ese conocimiento común facilitaremos nuestro desarrollo personal
Por otro lado ¿que ocurre cuando intentamos buscar las soluciones solos? nuestras probabilidades de fracaso son mayores y a medida que fracasamos, más complicado resulta volver a ponerse en marcha y más solos nos sentimos.
Simplente es necesario observar y prestar atención, si realizamos un pequeño ejercicio de escucha, veremos que a veces nos perdemos en palabras o conversaciones que no llevan a nada. Estamos constantemente emitiendo juicios y cuando lo hacemos, estamos siendo el reflejo de lo que vemos y sentimos. Y en realidad , es un hábito que no podemos evitar ya que no hemos aprendido a comunicarnos de otra manera.
Es necesario promover una alternativa que enseñe las habilidades comunicativas necesarias para expresar las verdaderas inquietudes humanas, no conviene hacer negocio de ello y no puede dar lugar a escusa posible por el bien de nuestra subsistencia y de las futuras generaciones.
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